miércoles, 14 de junio de 2023

ANIMACIÓN SOCIO-CULTURAL Y TRABAJO SOCIAL


La animación socio-cultural y el trabajo social comparten espacios y tienen el mismo objeto de intervención, se trata de las necesidades culturales y sociales. Además, intervienen con el objetivo de desarrollar potencialidades y capacidades, así como de transformar conscientemente la realidad social. Sin embargo, también existen diferencias:

En el trabajo social se abordan necesidades sociales o materiales desde las políticas sociales en el ámbito individual, grupal y comunitario, mientras que en la animación socio-cultural se abordan necesidades culturales desde las políticas culturales con grupos y comunidades. Por tanto, en ambos casos las intervenciones pueden estar dirigidas a grupos y comunidades y, pese a intervenir sobre diversas necesidades, influyen en el bienestar de las personas que, a su vez, influye en mejorar sus necesidades.

Respecto a la intencionalidad de las intervenciones, en trabajo social existe una intención de adaptación y transformación sobre las condiciones materiales y en animación socio-cultural la intención es de desarrollo espiritual y material, por tanto, existe una relación entre ambas intenciones, puesto que quieren mejorar las situaciones materiales (Macías y Rodríguez, 2013).

 

Entonces, ¿qué le aporta la animación socio-cultural al trabajo social?

El trabajo social, tal y como hemos visto en la entrada anterior (EN LA REALIDAD ACTUAL: TRABAJO SOCIAL), es cambiante y evoluciona a la par que la sociedad, por lo que necesita renovar sus modos de intervenir para adecuarse a la realidad social. Actualmente, la educación y las formas de relacionarse están cambiando, debido, en parte, a los medios de comunicación. Por ello, el trabajo social necesita acercarse a la comunidad desde técnicas visuales y entretenidas, de manera que sean accesibles y cercanas a todas las personas independientemente de su edad y de su contexto. La animación socio-cultural le proporciona al trabajo social una nueva posibilidad de desarrollar las potencialidades de las personas y las capacidades de actuación de las personas, de favorecer a la reflexión social y de tratar problemas y necesidades sociales, con el fin de cambiar y transformar la realidad social hacia una mejoría del bienestar de las personas, grupos y comunidades.

 

La animación socio-cultural trabaja a través de medios técnicos de apoyatura visual, pudiendo tratarse a través de la expresión artística, de actividades lúdicas y de actividades sociales. Por su parte, las personas profesionales del trabajo social pueden realizar e intervenir en actuaciones de animación socio-cultural. Dichas actuaciones favorecen a la mejora de las condiciones y la calidad de vida de las personas pertenecientes a la comunidad, teniendo en cuenta sus características, problemas y necesidades. Del mismo modo, intervienen sensibilizando y concienciando sobre necesidades y problemas sociales, apoyando, a su vez, a la consecución de una sociedad más justa y equitativa.

 

 

Macías, R. y Rodríguez, M.C. (2013). Animación Sociocultural y Trabajo social. Reflexiones desde la práctica comunitaria.


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